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A pesar de varios años complicados para los valores biotecnológicos, el sector sigue ofreciendo oportunidades fascinantes tanto para los inversores como para personas que precisan tratamientos médicos innovadores. En el año que comienza, tendencias como la aceleración de la actividad de fusiones y adquisiciones y la relajación gradual de los tipos de interés podrían hacer que el sector abandonase la depresión en la que se encuentra. Sin embargo, en lugar de buscar aquellos factores que podrían impulsar al conjunto del sector, seguimos centrados en buscar empresas con activos infravalorados que atienden necesidades médicas no cubiertas.

Mi experiencia como médica de urgencias ofrece perspectiva en mi análisis. Buena parte de los pacientes a los que atendía presentaban enfermedades que no estaban bien controladas. Aunque puede que esto se atribuyese a aspectos socioeconómicos o a un acceso limitado a la atención médica, en general se debía a que los tratamientos para sus dolencias no eran los ideales o simplemente no existía tratamiento. A la hora de recomendar acciones suelo evitar fármacos y tratamientos muy comunes. Existen tantas necesidades desatendidas en la práctica de la medicina que creo que no tiene sentido centrarse en empresas que tratan de acceder a categorías que ya se encuentran saturadas. Sin embargo, en mi opinión hoy existen determinados segmentos a los que deben prestar atención los inversores en biotecnología, como la oncología y la inmunología.

La oncología tiene una presencia considerable en el segmento biotecnológico. De hecho, más de un tercio de las adquisiciones en el sector biotecnológico en 2024 estuvieron relacionadas con esta. Dentro de la oncología, normalmente selecciono empresas que se centran en necesidades desatendidas. Suele tratarse de cánceres de difícil tratamiento, como los casos de cabeza y cuello, o aquellos con opciones de tratamiento muy limitadas, como el de páncreas u ovarios. Me atraen las empresas que desarrollan tratamientos que funcionan con terapias inmunooncológicas, como Keytruda, fármaco más vendido de este tipo administrado para tratar diversos cánceres. Estos suplementos de Keytruda combaten específicamente cánceres con escasas opciones de tratamiento.

La actividad de fusiones y adquisiciones evidencia la concentración en la oncología y la inmunología

Fuentes: CapitalIQ y Stifel. Diciembre de 2024.

Innovación imponente en inmunología

Dentro de la biotecnología, la inmunología ha sido un segmento con mucha actividad en los últimos años, ya que han llegado al mercado numerosos avances en el tratamiento de enfermedades autoinmunitarias y transformado la vida de los pacientes. Las enfermedades autoinmunitarias, que son aquellas en las que el sistema inmunológico se ataca a sí mismo, afectan a muchas personas que padecen afecciones como la soriasis o la artritis reumatoide. La mayoría de las grandes farmacéuticas y biotecnológicas participan en este segmento, aunque también existen oportunidades atractivas en empresas de biotecnología de pequeña y mediana capitalización. Por ejemplo, han surgido nuevos tratamientos que podrían suponer enormes avances en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria.

Las enfermedades raras constituyen otro segmento interesante en el que la biotecnología no debería verse afectada por los riesgos impuestos por la actualidad. Se trata de enfermedades que afectan a un número relativamente reducido de personas y para las que existen escasas opciones de tratamiento. La FDA suele ser más indulgente a la hora de aprobar estos tratamientos, y es un segmento que no se ve afectado por las afiliaciones políticas.

Más allá del duopolio del tratamiento contra la obesidad

Por último, dentro del universo de la biotecnología, no podemos pasar por alto los tratamientos contra la obesidad. En este caso, el reto radica en que el segmento está dominado por un enorme duopolio farmacéutico: dos empresas que llevan décadas desarrollando fármacos contra la diabetes. En la actualidad, sus tratamientos contra la diabetes de tipo 2, los publicitados fármacos GLP-1, se emplean para controlar la obesidad. Resulta difícil imaginar que una pequeña empresa sea capaz de competir con estos gigantes, en lo que a ensayos clínicos o al desarrollo de la capacidad de producción se refiere, a fin de atender las necesidades de más de 100 millones de estadounidenses obesos. Sin embargo, sin duda existen esferas de interés, como los tratamientos basados en la amilina o la capacidad de suministrar medicamentos orales contra la obesidad que den acceso a una pequeña empresa biotecnológica a esa gran clase de tratamientos.

La innovación y la demanda siguen generando oportunidades de inversión

El sector biotecnológico ha sufrido una serie de reveses con respecto a sus máximos registrados en marzo de 2021, en el contexto de la administración de las vacunas contra la COVID-19. Aunque vigilamos constantemente los avances al máximo nivel, consideramos que este es un sector en el que deben seleccionarse los valores, en el que los inversores pueden beneficiarse de un profundo análisis fundamental de empresas concretas. Además, creemos que la notable innovación que está experimentando este sector ofrece numerosas oportunidades a largo plazo para los inversores.



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