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Para muchos, la ciudad brasileña de Río de Janeiro evoca imágenes de playas bañadas por el sol y coloridas celebraciones, aunque es probable que en el mayor evento internacional que se celebrará en la ciudad este año (de hecho, el mayor desde los Juegos Olímpicos de 2016) haya más trajes que bikinis. El mes que viene, Brasil ocupará por primera vez un lugar destacado en la principal plataforma de la cooperación económica mundial como anfitrión de la Cumbre del G20 (Grupo de los 20) celebrada en Río.

Esta coalición, que incluye a los Estados Unidos, China, la India, la Unión Europea y, más recientemente, la Unión Africana, representa las principales economías del mundo, que suponen aproximadamente el 80 % del producto interior bruto (PIB) mundial, el 75 % del comercio mundial y dos tercios de la población del globo1.

Desde que asumió el cargo a comienzos del año pasado para su tercer mandato no consecutivo, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva (Lula) ha dedicado mucho tiempo a viajar al extranjero en un intento por mejorar la posición de su país en la esfera mundial, y puede que sus esfuerzos comiencen a dar frutos. Según una encuesta reciente del Centro de Investigación Pew, la mayoría de los brasileños adultos se muestra optimistas con respecto a la posición de su país como potencia internacional2.

Aparte del G20, el país también será anfitrión de otros eventos de gran relevancia, como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) y la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en 2025, al tiempo que trata de incorporarse a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En los casi tres años que han transcurrido desde que inició su proceso formal de adhesión a la OCDE, son numerosos los hitos que ha completado para lograr su objetivo. Si logra la incorporación, estaría en una posición única para influir en la cada vez mayor competencia geopolítica y económica entre países desarrollados y en desarrollo, ya que sería la única nación que forma parte de los BRICS, el G20 y la OCDE. 

Como octava mayor economía mundial y mayor de América Latina, podría ejercer como nexo importante en el debate mundial sobre aspectos clave para el Sur Global (según la UNCTAD, el Sur Global engloba, en conjunto, África, América Latina y el Caribe, Asia, excluidos Israel, Japón y Corea del Sur, y Oceanía, excluidos Australia y Nueva Zelanda): la lucha contra el hambre, la pobreza y la desigualdad; el desarrollo sostenible; y la reforma de la gobernanza mundial. Si Brasil es capaz de impulsar compromisos políticos y financieros para lograr que se avance en prioridades como la infraestructura digital, esto no solo podría contribuir a aumentar el PIB de Brasil, sino también a reducir sus brechas económicas, de género y entre zonas urbanas y rurales. Por ejemplo, la implantación de una plataforma de pagos instantáneos relativamente nueva impulsada por su banco central, conocida como Pix, ya ha reforzado la inclusión financiera y aumentado el acceso a los servicios bancarios de aproximadamente el 70 % a más del 84 %3.

Creemos que contar con el sello de aprobación de la OCDE también alentaría a los inversores internacionales que buscan la garantía de los elevados estándares de la coalición respecto a las facilidades para la actividad empresarial. Participar en la toma de decisiones permitiría a Brasil influir en mayor medida en la configuración de las mejores prácticas y los marcos mundiales relativos a los estándares tecnológicos en rápida evolución. Las empresas del país dedicadas a la inteligencia artificial y la tecnología financiera ya se cuentan entre las mayores de América del Sur.

Brasil, país rico en recursos, es líder en el sector energético como mayor productor de petróleo4 de América Latina y uno de los diez mayores productores a nivel mundial (a finales de 2023, representaba el 4 % del total de la producción mundial de petróleo).5 Aunque su mayor sector es el financiero, con un peso superior al 36 %6.

Inquietudes y oportunidades

El elevado gasto público sigue representando una de las principales inquietudes, aunque consideramos que cualquier limitación en este sentido generaría optimismo en sus mercados de capitales. El país también es un caso atípico dentro de la tendencia mundial de relajar los tipos de interés, ya que su banco central los subió en septiembre para tratar de contener las presiones inflacionistas. Se espera que el real brasileño se mantenga estable o se revalorice ligeramente a corto plazo, en parte debido a la bajada de los tipos de interés en Estados Unidos, y consideramos que esto beneficia potencialmente a los inversores extranjeros en Brasil.

Nos alientan los recientes avances registrados en el país, como la ansiada reforma del impuesto sobre el valor añadido (IVA), que podría resultar beneficiosa para el sector privado, ya que el aumento de la eficiencia logrado con la simplificación del sistema tributario podría favorecer la inversión.

La expansión de la producción manufacturera y los servicios en Brasil se aceleró en septiembre, con un aumento de la producción en ambos casos, lo que apunta a un fuerte crecimiento de la actividad empresarial. Además, actualmente su mercado opera a lo que consideramos valoraciones con un descuento. Según S&P Global, las condiciones de producción manufacturera del país se vieron mejoradas debido a un nuevo aumento de la producción, la mayor creación de empleo y un repunte en el crecimiento de las ventas7. Superado únicamente por la India a finales de septiembre, el PMI manufacturero de Brasil aumentó hasta 53,2 (con respecto a 50,4 en agosto; los datos superiores a 50 indican una expansión).

Gráfico 1. Índice de gestores de compras de Brasil

PMI de Brasil
31 de octubre de 2021-30 de septiembre de 2024

Fuentes: FactSet, Markit Economics. Consulte www.franklintempletondatasources.com para obtener información adicional sobre los proveedores de datos.

También existen grandes expectativas para que el país reciba un impulso económico en 2027, dada su histórica victoria como candidata a albergar la Copa Mundial Femenina de la FIFA, algo inédito no solo para Brasil, sino para toda América del Sur. Para entonces, como ciudad anfitriona, en Río se verán menos trajes y más caras pintadas con banderas de todo el mundo.

A corto plazo, creemos que los inversores deben estar atentos a las oportunidades que ofrece Brasil y que encuentren lo que consideramos un punto de entrada atractivo a este grande y diverso mercado.

Gráfico 2. La renta variable latinoamericana parece barata

Renta variable latinoamericana –  Barata
Valoración atractiva comparada con los mercados desarrollados,
los mercados emergentes y su propia trayectoria

 

Fuentes: MSCI, IBES, FactSet. PER representada según las estimaciones de Bloomberg. América Latina se representa según el MSCI Latin America Index, los mercados desarrollados, según el MSCI World Index, los mercados emergentes, según el MSCI EM Index, Oriente Próximo y el norte de África (MENA), según el MSCI Arabian Markets Index, Asia, sin incluir a Japón, según el MSCI Asia ex Japan Index y Europa del Este, según el MSCI EM Eastern Europe Index. La rentabilidad histórica no es un indicador ni una garantía de la rentabilidad futura. Los índices no están gestionados y no puede invertirse directamente en ellos. Consulte www.franklintempletondatasources.com para obtener información adicional sobre los proveedores de datos.

Gráfico 3. La renta variable latinoamericana ofrece elevados dividendos

Renta variable latinoamericana – Elevados dividendos
Elevada rentabilidad por dividendos comparada con los mercados desarrollados, los mercados emergentes y su propia trayectoria

 

Fuentes: FactSet, MSCI. América Latina se representa según el MSCI Latin America Index, los mercados desarrollados, según el MSCI World Index, los mercados emergentes, según el MSCI EM Index, Oriente Próximo y el norte de África (MENA), según el MSCI Arabian Markets Index, Asia, sin incluir a Japón, según el MSCI Asia ex Japan Index y Europa del Este, según el MSCI EM Eastern Europe Index. La rentabilidad histórica no es
un indicador ni una garantía de la rentabilidad futura.
Los índices no están gestionados y no puede invertirse directamente en ellos.
Consulte www.franklintempletondatasources.com para obtener información adicional sobre los proveedores de datos.

 



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