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Puntos clave

  • Las acciones estadounidenses recuperaron prácticamente la totalidad de lo perdido a mediados de verano, tras una serie de datos favorables que contribuyeron a disipar los temores acerca de un incipiente ciclo de despidos.
  • El indicador de solicitudes de prestación por desempleo ―nuestro canario económico en la mina del gráfico de riesgo de recesión de ClearBridge― ha mejorado hasta situarse en verde, lo que resulta incoherente con un deterioro sustancial del
    mercado laboral.
  • Este mes asistimos a dos cambios de indicadores más: las materias primas mejoraron hasta situarse en verde, mientras que los nuevos pedidos del ISM retrocedieron hasta teñirse de rojo. El indicador general sigue siendo de color verde muy claro.

La mejora de los datos económicos alienta un repunte de la renta variable

Los mercados de renta variable estadounidenses cerraron agosto al alza tras, borrar prácticamente del todo la caída del 8,5 % del índice S&P 500 iniciada a finales de julio y que llegó a su punto álgido a principios de agosto. Las turbulencias se produjeron cuando surgió temor acerca del crecimiento tras un informe de empleo poco alentador y miedo al contagio derivado de la reversión del carry trade del yen japonés. El repunte comenzó tras la publicación el 8 de agosto de un dato favorable de las solicitudes iniciales de prestación por desempleo, que mostraron que el mercado laboral probablemente no se estaba deteriorando tan rápidamente como se temía, lo que reforzó las perspectivas de un aterrizaje suave.

En la segunda quincena de agosto continuaron publicándose datos en si mayoría favorables, incluidos otros informes de solicitudes de prestación por desempleo que ayudaron a los mercados a avanzar, a pesar de algunos contratiempos. El movimiento de los últimos meses tanto para los mercados financieros como para la economía podría describirse a grandes rasgos como «dos pasos adelante, un paso atrás». Esta idea se refleja en el gráfico de riesgo de recesión de ClearBridge, que registró tres cambios en los indicadores el mes pasado, dos positivos y uno negativo. En concreto, tanto las solicitudes de prestación por desempleo como las materias primas mejoraron, pasando de amarillo a verde, mientras que los nuevos pedidos del Institute for Supply Management (ISM) empeoraron, de amarillo a rojo. En conjunto, el indicador general se mantiene en verde, ligeramente mejor, pero todavía de un tono muy claro (gráfico 1).

En los últimos años, nos hemos referido a las solicitudes iniciales de prestación por desempleo como nuestro «canario en la mina» económico, ya que nos ofrece una perspectiva semanal en tiempo real de la salud del mercado laboral que no se revisa sustancialmente de forma histórica. Las solicitudes iniciales de prestación por desempleo miden el número de personas que solicitan prestaciones por desempleo en una semana determinada, y el número de solicitantes que lo hacen por primera vez (solicitudes iniciales) nos da una idea del número de despidos que se están produciendo. Un aumento del número de despidos es un mal presagio para el gasto futuro de los consumidores, ya que las rentas del trabajo son la principal fuente de poder adquisitivo del ciudadano medio estadounidense. El consumo también puede resentirse a medida que el ciclo de despidos va a más, incluso entre aquellos que no pierden su empleo, lo que suele manifestarse como un efecto en la confianza de los consumidores y una retracción general del consumo.

Gráfico 1. Gráfico de riesgo de recesión de ClearBridge

Fuente: ClearBridge Investments.

Todo esto es parte de la razón por la que las solicitudes iniciales son uno de los indicadores de mayor peso en nuestro gráfico. En concreto, nos centramos en el cambio de las solicitudes en relación con las tendencias recientes para tratar de detectar los puntos de inflexión. Este enfoque hizo que las solicitudes empeoraran hasta un dato en amarillo de precaución el verano pasado, cuando parecían estar rompiendo al alza, aunque el indicador nunca llegó a ponerse rojo. Con el beneficio de la retrospectiva y de los datos adicionales, el revuelo estacional parece haber contribuido de forma importante al descenso de las solicitudes del verano de 2023. Las solicitudes se recuperaron (disminuyeron) el pasado otoño y mostraron datos sólidos en la primavera de 2024, cuando pecamos de prudentes al mantener un indicador amarillo de cara al verano, dadas las perspectivas de otro repunte estacional de las solicitudes.

En mayo, como se sospechaba, las solicitudes empezaron a volver a subir; sin embargo, los datos siguieron vagamente el patrón de 2023 hasta principios de agosto, cuando repuntaron justo cuando surgía el susto del crecimiento antes mencionado. En retrospectiva, este repunte se debió probablemente al huracán Beryl, que provocó un repunte desmesurado de las solicitudes de prestación de desempleo en Texas, y en paralelo a los cierres normales de las plantas automovilísticas en Michigan, a medida que las fábricas se reequipaban para producir los modelos del año siguiente. En un reciente documento centrado en el trabajo, analizamos ambas dinámicas (y más) con mayor detalle. Al desaparecer los efectos del huracán Beryl y volver a la actividad de las fábricas de automóviles, las solicitudes vuelven a situarse por debajo de los niveles de 2023, un indicador positivo de la continuación de la expansión económica.

Gráfico 2. Las solicitudes de prestación por desempleo apuntan a un panorama laboral sólido

Datos a 31 de agosto de 2024. Fuente: Departamento de Trabajo de EE. UU., Bloomberg.

El indicador de las solicitudes iniciales de prestación por desempleo es coherente con una serie de datos laborales que muestran una normalización en lugar de un enfriamiento. Aunque la cifra de 114 000 empleos no agrícolas de julio fue débil, la media de los últimos tres meses ha sido de 170 000, que está en consonancia con la media de 178 000 observada en 2018-2019, período que generalmente se considera congruente con el concepto de pleno empleo. Combinado con la mejora del indicador de las materias primas y el deterioro de los nuevos pedidos del ISM, las perspectivas de un aterrizaje suave parecen algo más halagüeñas que hace apenas un mes.



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