COLABORADORES

Jeffrey Schulze, CFA
Head of Economic and Market Strategy
Principales aportes
- Las fuerzas positivas que se esperan de la Big Beautiful Bill Act (BBB) y de las futuras reducciones de las tasas de interés deberían contrarrestar pronto las fuerzas negativas de las medidas arancelarias del nuevo Gobierno, lo que permitiría a la economía volver a acelerarse durante 2026.
- Los inversores deberían ignorar el ruido generado por una posible desaceleración de la economía en la segunda mitad del año y la normalización a largo plazo del mercado laboral, respaldados por el optimismo de un panel de indicadores de riesgo de recesión que sigue mostrando una sólida tendencia expansiva.
- Aunque las acciones han repuntado con fuerza hasta alcanzar nuevos máximos, la historia sugiere que los mercados aún tienen margen para seguir subiendo. Impulsadas por un creciente impulso fiscal, creemos que las fuerzas contrapuestas de las políticas están mejorando, lo que significa que cualquier retroceso a corto plazo debería considerarse una oportunidad de compra para los inversores a largo plazo.
Las políticas de Trump provocan un tira y afloja en los mercados
En física, la fuerza es una influencia que hace que un objeto acelere, desacelere o cambie de dirección. Es esencialmente un empuje o un tirón que resulta de la interacción entre dos objetos, tal y como lo describen las leyes del movimiento de Newton. A veces, las fuerzas se oponen entre sí, creando fricción o resistencia que frena el movimiento de un objeto. Esto es pertinente si se tienen en cuenta los efectos de la agenda política de la Administración Trump, que ha generado diversas fuerzas contrarias al crecimiento económico durante este año. Una fuerza inicial bajo la forma de una ola de aranceles llevó al índice S&P 500 un 18,9 % por debajo de su máximo de febrero, tras el Día de la Liberación. Sin embargo, diferentes factores políticos que se esperaba que influyeran positivamente en el crecimiento económico y de los beneficios en los próximos meses contribuyeron a que las acciones volvieran a alcanzar nuevos máximos históricos a finales de junio.
La primera de estas fuerzas positivas es la declinación de una fuerza desfavorable, con la reducción de los aranceles aduaneros respecto a los niveles anunciados el Día de la Liberación y el inicio de la materialización de acuerdos comerciales con el Reino Unido, China y Vietnam. El avance hacia la aprobación de la Big Beautiful Bill (BBB) ha representado una segunda fuerza positiva aún mayor, junto con una tercera en forma de renovadas perspectivas de recortes de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal.
En conjunto, las fuerzas positivas deberían superar a las negativas, aunque el impacto de la BBB y cualquier recorte de las tasas de interés siguen siendo factores para tener en cuenta en el futuro, mientras sigan existiendo los obstáculos arancelarios actuales. Como resultado, la economía podría experimentar una debilidad temporal, que ya podría estar reflejándose en los datos sobre vivienda, inversión empresarial y consumo.
No creemos que esta fase de desaceleración se transforme en una recesión, dadas las medidas políticas positivas que se avecinan, principalmente la aprobación de la ley BBB el 2 de julio. Nuestra perspectiva optimista se ve reforzada por los resultados del Panel de Indicadores de Riesgo de Recesión de Clearbridge, un grupo de 12 indicadores económicos y de mercado que históricamente han preanunciado una recesión inminente. No se registraron cambios en los indicadores en junio y el Panel se mantiene firmemente en territorio verde expansivo.
Gráfico 1: Indicadores de riesgo de recesión en EE. UU.

Información al 30 de junio de 2025. Fuentes: BLS, Federal Reserve, Census Bureau, ISM, BEA, American Chemistry Council, American Trucking Association, Conference Board, Bloomberg, CME, FactSet y Macrobond. El Panel de Indicadores de Riesgo de Recesión de Clearbridge se creó en enero 2016. Las referencias a las señales que habría enviado en los años anteriores a enero de 2016 se basan en cómo se reflejaban los datos subyacentes en los indicadores en ese momento.
Últimamente, un indicador del Panel que ha sido objeto de especial atención es el de las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo, que mide el número de personas que solicitan por primera vez prestaciones por desempleo y, por lo tanto, ofrece una buena indicación del número de puestos de trabajo que se pueden estar perdiendo en un momento dado. Damos especial importancia a este indicador específico debido a su sólida trayectoria, su alta frecuencia (publicación semanal) y el hecho de que, por lo general, solo sufre revisiones menores, lo que significa que los datos pueden tomarse en gran medida al pie de la letra. Sin embargo, las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo han seguido un patrón estacional inusual en los últimos años, con un repunte a principios del verano (boreal) seguido de una caída a medida que se produce la contratación para el regreso a las clases.
Una nueva normalidad en el mercado laboral
En consecuencia, nos centramos en los datos de solicitudes iniciales no ajustados estacionalmente en relación con la misma semana de años anteriores, lo que, en nuestra opinión, ofrece una lectura más precisa que las cifras generales y ajustadas estacionalmente. Desde esta perspectiva, los datos parecen menos preocupantes, y creemos que los inversores deberían ignorar el ruido generado por este típico bajón estival.
Gráfico 2: Indicador del Panel de Riesgo de Recesión - Solicitudes iniciales de subsidio por desempleo

Nota: 4WMA se refiere a promedio móvil de cuatro semanas, y NSA se refiere a no ajustado por estacionalidad.
Fuentes: U.S. Department of Labor y Macrobond. Información al 3 de julio de 2025.
Es probable que la salud del mercado laboral siga siendo un tema central en los próximos trimestres, a medida que los inversores evalúan la salud de la economía de EE. UU. y las perspectivas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal. Sin embargo, es posible que el mercado tenga que recalibrar su visión sobre el nivel “normal” de crecimiento del empleo. El ritmo de creación de empleo se ha ralentizado desde la salida de la pandemia, con una media mensual de 216.000 en 2023, 168.000 en 2024 y 130.000 en el primer semestre de 2025. De cara al futuro, las expectativas consensuadas apuntan a un crecimiento medio mensual del empleo de 74.000 puestos de trabajo en la segunda mitad del año.
Hace tan solo unos meses, una caída por debajo de los 100.000 se habría considerado negativa, pero los obstáculos derivados de los despidos relacionados con DOGE, el envejecimiento de la población y la reducción del flujo migratorio apuntan a que la creación de menos de 100.000 puestos de trabajo podría convertirse en una “nueva normalidad.” Una desaceleración en el ritmo de creación de empleo no es atípica a medida que madura un ciclo económico, pero al mismo tiempo tampoco significa que el ciclo haya terminado.
Gráfico 3: Desaceleración laboral en curso

Nota: Cambio promedio trimestral en la nómina de empleo no agrícola Al 30 de junio de 2025. Fuentes: Bloomberg, U.S. Bureau of Labor Statistics (BLS), y Macrobond.
La combinación de un período de debilitamiento en el crecimiento y un ciclo de maduración podría reavivar los temores de una nueva recesión. Esto podría verse agravado por la volatilidad a corto plazo de los datos económicos, que probablemente se derive del adelanto y la posterior “caída” de la demanda que se han producido en torno a los aranceles. La causa principal de los malos resultados negativos en el PBI del primer trimestre fue el enorme aumento de las importaciones, ya que las compañías y los particulares se apresuraron a traer mercancías al país antes del Día de la Liberación. El aumento de las importaciones es negativo para el PBI, y en el primer trimestre su contribución fue de un sorprendente -4,7 % al crecimiento económico general.
De cara a los datos del PBI del segundo trimestre que se publicarán a finales de este mes, es probable que las importaciones se desplomen, ya que las compañías y los particulares están liquidando las existencias adicionales que acumularon antes del aumento de los aranceles, lo que debería impulsar el PBI medido al disminuir el lastre de las importaciones. Los conceptos de PBI alternativo o "subyacente", como las ventas finales reales a compradores nacionales privados, que excluyen el comercio volátil (importaciones y exportaciones) y los inventarios, junto con el gasto público, que es menos relevante para los mercados de acciones, probablemente proporcionen una mejor lectura a corto plazo de la salud subyacente de la economía de EE. UU. Esta medida se ha mantenido en un 2,6 % durante los últimos dos años y la cifra del primer trimestre se situó en el extremo inferior de esa tendencia, con un 1,9 %.
Gráfico 4: El PIB subyacente marca el camino

Q/Q SAAR se refiere al cambio trimestre sobre trimestre, ajustado por estacionalidad a tasa anual. Fuentes: U.S. Bureau of Economic Analysis (BEA), Macrobond Información al 26 de junio de 2025, última disponible al 30 de junio de 2025.
En los próximos trimestres, las distorsiones arancelarias deberían dar paso a los efectos positivos de las medidas políticas, en particular los recortes de impuestos incluidos en la BBB. Se espera que la legislación genere un impulso fiscal máximo de aproximadamente el 1 % del PBI en 2026, además de la prórroga de los recortes fiscales de la Ley de Recortes Fiscales y Empleo de 2017. Los recortes de impuestos individuales deberían empezar a notarse a principios del otoño boreal, ya que se ajustarán las tablas de retención para que no se graven las horas extras ni las propinas, mientras que la mayor parte del impacto se producirá en la primera mitad de 2026, cuando los particulares presenten sus declaraciones impositivas.
Las empresas que se beneficiarán primero de la BBB
Sin embargo, la temporada de presentación de impuestos corporativos se produce en realidad en el otoño boreal (la fecha límite para las empresas es el 15 de septiembre) y muchas de las disposiciones del BBB en materia de impuestos corporativos tienen carácter retroactivo al 1 de enero, lo que significa que es probable que los efectos de los impuestos corporativos comiencen a notarse este trimestre. Entre ellas se incluyen los gastos de fábricas y una mayor deducción por I+D, lo que debería contribuir a impulsar el crecimiento económico.
Gráfico 5: Viento de cola en materia impositiva

Información al 30 de junio de 2025. Basado en la puntuación de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) del proyecto de ley Big Beautiful Bill Act del 27 de junio.
Fuente: Wolfe Research.
Es importante señalar que la BBB no es gratuita: la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) estimó que la versión inicial propuesta por el Senado añadiría USD$ 3,3 billones al déficit en los próximos 10 años, lo que reavivaría los temores sobre la sostenibilidad de la deuda federal. Aunque el costo final del proyecto de ley será diferente (ha cambiado desde que se realizó la evaluación de la CBO, pero en el momento de la publicación aún no se disponía de versiones más recientes), parece poco probable que sea inferior a los USD$ 2,8 billones que, según las estimaciones de la CBO, generarán los cambios arancelarios durante el mismo periodo. Aunque el déficit fiscal de EE. UU. se encuentra en una senda insostenible, creemos que las perspectivas para un horizonte de inversión de cinco años son manejables, lo que significa que estas preocupaciones probablemente se intensificarán, pero seguirán siendo secundarias en los próximos años.
Mientras tanto, es más probable que otras preocupaciones provoquen la volatilidad del mercado. Para los mercados financieros, la posibilidad de volatilidad a corto plazo parece mayor de lo habitual, ya que muchos de los factores positivos potenciales, como el impacto de la BBB, parecen estar en gran medida "descontados" en las valuaciones bursátiles. En otras palabras, los mercados podrían estar adelantándose a las buenas noticias y a la reducción de la incertidumbre, un factor que destacamos el trimestre pasado como un motor clave del repunte a medida que se fue aclarando la situación. Los contratiempos temporales que aumentan la incertidumbre podrían hacer que el mercado se tambalee, incluso si las perspectivas a largo plazo siguen siendo buenas.
Las acciones de EE. UU. han demostrado su resiliencia ante una fuente de incertidumbre diferente en las últimas semanas: el aumento de las tensiones geopolíticas entre Irán e Israel. Esa presión ya ha comenzado a disminuir, y la historia demuestra que este tipo de conflictos suelen ser de corta duración en lo que respecta a la perturbación del mercado. Desde 1950, el S&P 500 ha obtenido rendimientos positivos del 1,4 %, el 2,8 % y el 5,9 % en los meses siguientes (respectivamente) a acontecimientos geopolíticos significativos.
Gráfico 6: ¿Comprar en la caídas por la geopolítica?

Información al 30 de junio de 2025. Fuentes: FactSet, y S&P.
Tras superar el último obstáculo, el S&P 500 se recuperó hasta alcanzar sus máximos anteriores en solo 55 días hábiles desde los mínimos registrados el 8 de abril, lo que sorprendió a muchos y contribuyó a la opinión de que todas las buenas noticias ya se habían descontado. Aunque muchos inversores siguen al margen del mercado a la espera de un retroceso, la historia demuestra que el S&P 500 ha obtenido rendimientos del 6,4 %, el 10,5 % y el 16,4 % en los tres, seis y doce meses (respectivamente) posteriores a las 10 mejores subas de 50 días registradas desde 1950 (la subida actual ocupa el décimo puesto), lo que sugiere que, si la historia sirve de guía, se producirían nuevas subas en los próximos meses.
Gráfico 7: Las mayores subidas en 50 días de la historia

Nota: Distintos repuntes de 50 días. Fuentes: S&P y FactSet.
Aunque es posible que los próximos meses sean un periodo de consolidación para las acciones de EE. UU., las perspectivas a más largo plazo parecen más favorables. Las distorsiones temporales y el "vacío" provocado por los aranceles deberían dar paso a un impulso fiscal mejorado que debería contribuir a impulsar la recuperación económica durante 2026. Creemos que estas fuerzas contrapuestas de las políticas están mejorando en general para los inversores en acciones y podrían verse amplificadas por los recortes de tasas de la Reserva Federal a finales de año. Como resultado, si se produce volatilidad en los próximos meses, creemos que lo mejor para los inversores a largo plazo será comprar en momentos de debilidad.
Definiciones
El gráfico de riesgo de recesión de ClearBridge consiste en un grupo de 12 indicadores empleados para analizar la salud de la economía estadounidense y la probabilidad de que se produzca una contracción.
El S&P 500 Index es un índice no gestionado de 500 valores que generalmente representa el rendimiento de las mayores empresas de los Estados Unidos.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
Todas las inversiones implican riesgos, incluyendo la posible pérdida del capital. El desempeño pasado no es garantía de resultados en el futuro. Recuerde que un inversor no invertir directamente en un índice. Los retornos de los índices no administrados no reflejan comisiones, gastos ni cargos por ventas.
Las acciones están sujetas a la fluctuación de precios y a la posible pérdida de capital. Las compañías de gran capitalización pueden perder el favor de los inversores en función de las condiciones económicas y del mercado. Las acciones de compañías de pequeña y mediana capitalización entrañan mayores riesgos y volatilidad que las de gran capitalización.
Las materias primas y las monedas entrañan un riesgo mayor que incluye condiciones de mercado, políticas, normativas y naturales, y pueden no ser adecuadas para todos los inversores.
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