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¿Qué ha sucedido?

Esta mañana, la Corporación Federal de Garantía de Depósitos (FDIC) asumió la administración de First Republic Bank, el 14.º mayor banco de EE. UU., después de un proceso de licitación competitiva durante el fin de semana que desembocó en que JPMorgan (JPM) se hiciera cargo de los 92.000 millones de USD en depósitos del banco y la práctica totalidad de sus activos, 173.000 millones de USD en préstamos y 30.000 millones de USD en valores. La Corporación Federal de Garantía de Depósitos (FDIC) eligió a JPM dado que su oferta era la opción que presentaba un menor coste y una mayor rentabilidad (según la evaluación de la FDIC), con una pérdida estimada de 13.000 millones de USD para el Fondo de Seguro de la FDIC1 (en comparación, el coste estimado de Silicon Valley Bank fue de 20.000 millones de USD y el coste de Signature Bank fue de 2.500 millones de USD).2 Como parte de la transacción, las 84 sucursales de First Republic Bank en ocho estados volvieron a abrir hoy como sucursales de JPM (Chase Bank) y todos los depositantes de First Republic Bank se convertirán en depositantes de JPM con pleno acceso a sus depósitos. En lo que va de 2023 se han producido tres de las cuatro mayores quiebras bancarias de la historia de EE. UU., siendo First Republic Bank la segunda más importante después de Washington Mutual (que JPM también adquirió en 2008).3

 JPM pudo personalizar una transacción extremadamente atractiva con un riesgo a la baja mínimo y un alza considerable en los escenarios más probables. Por ejemplo, JPM no comprará la renta variable de First Republic Bank ni asumirá su deuda o sus preferentes, ambas de las cuales se están cotizando en cifras bajas de un solo dígito esta mañana. JPM también disfruta de protección frente a posibles litigios gracias a un notable apoyo en virtud de lo siguiente: (1) un considerable reparto de las pérdidas en la cartera de préstamos de bajo riesgo, con una cobertura del 80 % de las pérdidas durante siete años para las hipotecas residenciales y durante cinco años para los bienes inmuebles comerciales; (2) la FDIC proporcionará una nueva financiación de 50.000 millones de USD a tipo fijo por cinco años; y (3) un trato de capital favorable con un 25 % de ponderación de riesgos para los préstamos, a raíz de los acuerdos de reparto de pérdidas de la FDIC.4 Tras el anuncio, las acciones de JPM han experimentado un aumento de aproximadamente un 3 % debido al atractivo económico del acuerdo, al que se suma la incorporación de una red de sucursales y una base de clientes, así como de unos importantes activos de gestión de patrimonio.5

Consecuencias para el mercado

Consideramos la adquisición de First Republic Bank por JPM como un resultado positivo para el sistema bancario de EE. UU., JPM y los depositantes de First Republic Bank. Los temores sistémicos deberían disminuir con el tiempo, ya que creemos que el sistema bancario de EE. UU. se encuentra en buen estado y que es probable que First Republic Bank sea el último banco estadounidense importante en quebrar en este ciclo. Silicon Valley, Signature Bank y First Republic Bank representan claros ejemplos de bancos infrarregulados con un alto crecimiento de activos, grandes depósitos no asegurados, una elevada concentración de depósitos y clientes e importantes errores en el riesgo de los tipos de interés (pérdidas latentes cuantiosas en grandes carteras mantenidas hasta el vencimiento).

En 2023, las ganancias y los modelos de negocio de los bancos regionales seguirán estando bajo presión, dada la mayor regulación (por ejemplo, en materia de liquidez y de riesgo de los tipos de interés), los costes más altos de los depósitos, el incremento de las tarifas de seguro de la FDIC, las crecientes pérdidas en los préstamos inmobiliarios comerciales y el aumento del personal necesario para cumplir con un marco reglamentario más exigente, etc. La crisis bancaria y de confianza regional tendrá efectos a más largo plazo, como un aumento de la consolidación, más regulación, ulteriores rebajas de la calificación y una mayor diferenciación. También sospechamos que los inversores exigirán un mayor rendimiento a los bancos regionales y los bonos bancarios de las empresas operadoras, dadas las pérdidas casi completas con los bonos de la empresa operadora de First Republic Bank y Signature Bank.

Pese a lo desfavorable de esta situación, los flujos (salientes) de depósitos en el 1T procedentes de los bancos regionales fueron manejables (siendo First Republic Bank un caso excepcional) y, en general, se han estabilizado. Creemos que este es el comienzo del final de las tensiones en el sistema bancario causadas por las rápidas subidas de los tipos a lo largo del último año y medio. La respuesta del mercado hasta ahora ha sido relativamente moderada. En el momento de redactar este informe, las acciones de los bancos mostraban una tendencia mixta, es decir, con el aumento de la renta variable de algunos bancos de grandes plazas financieras a lo largo del día, mientras que la de los bancos regionales bajaba entre un 2 % y un 3 %. Hoy, los diferenciales son algo más amplios (de +1 a +3 puntos básicos) tanto en los bancos de las grandes plazas financieras como en los bancos regionales, siguiendo las mismas líneas generales que el resto de los mercados de crédito de grado de inversión. La conclusión es que este fue un buen resultado para el sistema bancario de EE. UU., JPM y los depositantes de First Republic Bank, pero el peor desenlace posible para los inversores de First Republic Bank.



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