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A medida que el mundo se enfrenta a retos sociales y medioambientales cada vez mayores —desde las sombrías predicciones del IPCC sobre el aumento de la temperatura, hasta que los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU («ODS de la ONU») no alcancen sus metas para 2030—, los inversores están incrementando su asignación a la inversión de impacto y están construyendo marcos de impacto sólidos para medir y gestionar los cambios positivos del mundo real que generan
La inversión de impacto promueve resultados tanto sólidos desde el punto de vista financiero como medioambiental y socialmente positivos. Dado que la mayoría de los participantes en el mercado exigen unas fuertes rentabilidades financieras que cumplan o superen las expectativas del mercado, las consideraciones sobre los resultados financieros se han convertido en elementos clave subyacentes al impulso que cobra la estrategia.
El panorama la inversión de impacto está evolucionando. Aunque el capital privado (private equity) y el capital riesgo (venture capital) han dominado tradicionalmente (representando ambos más del 60 % de los fondos de impacto lanzados en la última década), nuevas estrategias como los préstamos directos están ganando tracción. Este cambio se debe en gran medida a que los propietarios de activos tratan de equilibrar sus objetivos de impacto con la necesidad de obtener rentabilidades estables ajustadas al riesgo.
Como resultado de la creciente demanda dual de productos de impacto con rentabilidades financieras estables, a los inversores y gestores de préstamos directos les interesa cada vez más aprovechar esta oportunidad y diseñar estrategias de inversión de impacto sirviéndose de las estrechas relaciones que forjan con las empresas, y la influencia que tienen, durante toda la fase de estructuración de las transacciones.
Las estrategias de préstamos directos de impacto ofrecen a los inversores varias ventajas comparado con la clase de activos de deuda privada más amplia (que incluye los bienes inmobiliarios y las infraestructuras). Esto incluye unas relaciones más cercanas y el acceso a la gestión, un universo de inversión más amplio y la capacidad de estructurar condiciones de negociación y objetivos de impacto a medida. Además, a diferencia de los fondos de impacto específicos, que pueden verse afectados por los riesgos de concentración, los fondos generalistas de préstamos directos con características similares a las de impacto pueden cumplir los objetivos financieros y de impacto de los socios comanditarios sin riesgo adicional de concentración.
En Alcentra, nuestro equipo de Préstamos directos europeos apoya a las empresas del mercado medio para que logren un impacto positivo, dirigiéndose a sectores que ofrecen soluciones a problemas medioambientales y sociales, así como ampliando el uso de los préstamos vinculados a la sostenibilidad (SLL) para vincular los resultados positivos de los prestatarios a recompensas financieras.
En este informe técnico ofrecemos perspectivas sobre algunas de las características clave y la evolución de la inversión de impacto, profundizando en por qué pensamos que los préstamos directos son una estrategia de inversión especialmente adecuada para lograr objetivos financieros y de impacto. Además, mostraremos nuestro enfoque de los préstamos directos de impacto como una estrategia adicional a nuestro proceso estándar de integración ASG, destinado a maximizar el cambio positivo generado por nuestras inversiones.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital. El valor de las inversiones puede tanto subir como bajar y los inversores podrían no recuperar todo el capital invertido.
Las inversiones en muchas estrategias de inversión alternativa son complejas y especulativas, entrañan importantes riesgos y no deberían considerarse un programa de inversión completo. En función del producto en el que se invierta, es posible que las inversiones en estrategias alternativas ofrezcan solo una liquidez limitada y son adecuadas únicamente para personas que puedan permitirse perder el importe íntegro de su inversión. Las estrategias de inversión centradas principalmente en las empresas privadas plantean ciertos desafíos y entrañan más riesgos que las inversiones en las empresas públicas, como lidiar con la falta de información disponible sobre esas empresas y su falta general de liquidez. La diversificación no garantiza los beneficios ni protege del riesgo de pérdida.
Una inversión en activos privados (como capital riesgo o crédito privado) o en instrumentos que invierten en ellos se consideraría falta de liquidez y podría requerir un compromiso a largo plazo sin garantía de rentabilidad. El valor y la rentabilidad de dichas inversiones variarán, entre otras cosas, debido a los cambios en los tipos de interés del mercado, las condiciones económicas generales, las condiciones económicas de sectores concretos, la situación de los mercados financieros y la situación financiera de los emisores de las inversiones. Tampoco pueden existir garantías de que las empresas hagan que sus valores coticen en un mercado de valores. Por ende, la ausencia de un mercado secundario líquido establecido para algunas inversiones podría incidir negativamente en el valor del mercado de esas inversiones y en la capacidad de los inversores para enajenarlas en el momento oportuno o a un precio favorable. La rentabilidad histórica no garantiza los resultados futuros.
Los inversores que se planteen una estrategia que se centre en inversiones relacionadas con cuestiones relacionadas con la sostenibilidad, deben tener en cuenta que los cambios en el panorama normativo, los acontecimientos relacionados con el clima físico, los acontecimientos políticos y las percepciones del mercado podrían tener un efecto material adverso en dichas inversiones. Entre los retos potenciales para dichas inversiones se incluyen la rentabilidad, el rendimiento y la fiabilidad de las nuevas tecnologías, los cambios en las instituciones políticas y sociales, así como el potencial de tecnologías e innovaciones disruptivas imprevisibles. En la actualidad, no existe una norma medioambiental, social y de gobernanza universalmente aceptada, por lo que el gestor puede aplicar (o no aplicar) normas y consideraciones a su entera discreción. En el futuro, los distintos reguladores pueden optar por aplicar normas más universales que podrían tener un impacto en las inversiones relacionadas con el clima.
Todas las empresas o estudios de casos a los que se hace referencia en este documento se utilizan únicamente con fines ilustrativos; cualquier inversión puede estar o no actualmente en manos de cualquier cartera asesorada por Franklin Templeton. La información proporcionada no constituye una recomendación ni un asesoramiento de inversión individual para ningún valor, estrategia o producto de inversión en particular y no es una indicación de la intención de negociación de ninguna cartera gestionada por Franklin Templeton.
